La crisis de resultados, el juego del equipo, la clasificación en la liga, las dudas generadas... todos estos factores parecen estar influyendo en que el ambiente en general que se vive en el Ramón de Carranza vaya decayendo progresivamente, a pesar de que desde el pulmón del estadio gaditano, que es la grada de fondo sur bajo y más concretamente el núcleo donde se concentra Brigadas Amarillas, muchos sean los cadistas que se afanan en mantener un nivel de animación impropio de equipos de Segunda División B.

El pasado 23 de agosto Carranza abría sus puertas para acoger una nueva temporada del Cádiz CF, con el primer partido de liga que los amarillos jugaron frente al Real Betis B. Un inicio de liga ilusionante en la que el estadio presentaba un increíble aspecto que hasta la fecha en partidos posteriores no se ha repetido.

Contra La Roda CF y posteriormente contra el Granada CF B y La Hoya Lorca CF, no sólo la atmósfera de Carranza se fue debilitando, sino que también la afluencia de público parecía menguar. Desde el Cádiz CF esta temporada no se ofrecen datos oficiales de afluencia de público, pero cada partido que pasa se van vislumbrando excesivos huecos en gradas como la de fondos y que, teóricamente, están ocupadas en su gran mayoría por un amplio porcentaje de los casi 11.000 abonados con los que se cerró la última campaña de abonados.

Muchos pueden ser los factores que estén influyendo en el aficionado cadista, que por ahora no se termina de enganchar a este Cádiz CF. Los pupilos de Antonio Calderón, y el propio técnico, están obligados a trabajar duro y encadenar una serie de resultados positivos que hagan incrementar la ilusión por disfrutar de Carranza y volver a encaramarse a la parte alta de la clasificación. Los próximos partidos serán cruciales para comprobar si la afición vuelve o no a ilusionarse y a crear ese ambiente que hace tan diferente el Ramón de Carranza a otros estadios de España.

A día de hoy Carranza está lejos de ser aquel estadio que imponía a los rivales. Ahora los equipos visitantes vienen con el sobreaviso para beneficiarse de la división más que palpable en la afición cadista y aprovecharla a favor de sus intereses.