Uno de los futbolistas de la Selección Española Sub 21 que tenía una asignatura pendiente en su vuelta a Cádiz y al estadio Ramón de Carranza es Álvaro Morata, actualmente en las filas de la Juventus de Turín de la Serie A italiana.

El futbolista madrileño ha puesto punto y final a un aprieto que rondaba por su cabeza desde el año 2012. Hay que remontarse al 20 de mayo de 2012, día en que se jugó en el Ramón de Carranza el partido correspondiente a la fase de ascenso a Segunda División B entre el Cádiz CF y el Real Madrid Castilla, para comprender la 'deuda' pendiente de Álvaro Morata.

Aquel día los ánimos estaban muy caldeados en uno y otro equipo, fruto de lo mucho que estaba en juego, y en un momento determinado se produjo una trifulca en el césped del Ramón de Carranza en la que varios empleados del Cádiz CF mediaron para que el asunto no fuera a más y entre los que estaba Juan Antonio Rosa García, que lleva más de una década vinculado al club y que se encarga de las labores de mantenimiento en las instalaciones del club.

Juan Antonio Rosa, en el intento por separar a jugadores del Real Madrid Castilla y del Cádiz CF pisó sin querer el pie de Álvaro Morata y este le reprendió ásperamente. Y ahí quedó el asunto.

Dos años y medio después Álvaro Morata y Juan Antonio Rosa García se han vuelto a encontrar. Según ha podido saber PORTAL CADISTA, fue el ex futbolista del Real Madrid CF el que al término del entrenamiento con la Selección Española Sub 21 se acercó al empleado del Cádiz CF para disculparse por lo sucedido aquel día y que, como no podía ser de otra manera, fueron aceptadas por el otro protagonista de la historia, quien también pidió perdón por la pisada fortuíta al jugador.

Con un apretón de manos y un abrazo se despidieron ambos, con la promesa de que mañana el jugador de la Sub 21 y el empleado cadista intercambiarán camisetas. Álvaro Morata le dará a Juan Antonio Rosa una camiseta de la Selección Española, mientras que Juan Antonio Rosa le regalará a Morata una elástica del Cádiz CF, que el futbolista quiere llevarse de recuerdo.