Tristemente el Cádiz CF caía derrotado en La Línea y los fantasmas en la afición volvían a aparecer. La indignación fue in-crescendo por minutos en tanto en cuanto se veía que el equipo no daba más y que la Real Balompédica Linense encerraba a los amarillos en su campo, hasta que por medio del penalti hicieron el 2-1.

Gritos de ‘¡Fuera, fuera!’ o ‘¡Calderón, dimisión!’ volvieron a escucharse al unísono en el respetable, aunque también otros irreproducibles en el que el respeto más bien brillaba por su ausencia.

La afición quería respuesta de los jugadores y les animaba a acercarse al graderío, pero solo uno lo hizo: Kike Márquez. El sanluqueño fue testigo directo del malestar de los aficionados cadistas en La Línea, los mismos que celebraron su gol, mientras otros compañeros incluyendo a Calderón prefirieron guardar distancia mientras aplaudían a los aficionados desplazados.

Pero cuatro futbolistas de los que acabaron el partido (Navarrete, Airam, Josete y Arregi) prefirieron directamente meterse en vestuarios sin tan siquiera agradecer a los cadistas el que estuvieran allí aguantando lluvia y viendo con sus ojos lo que sucedió sobre el césped del Municipal de La Línea. Una actitud que fue reprochada públicamente por los que se quedaron sobre el césped aguantando el chaparrón.

Antonio Calderón intentaba justificar la indignación de la afición en rueda de prensa "la afición quiere ver ganar al equipo y ahora mismo no se ha conseguido. Es lógico que esté descontenta. Yo lo único que les puedo prometer es que seguiremos trabajando y que las victorias van a llegar".