Tanto técnico como futbolistas cadistas se rindieron de nuevo ante la afición este domingo. El partido estaba complicándose ante la no llegada del gol por parte de los amarillos. El equipo no bajaba los brazos y seguía intentándolo dando buena muestra de un partido más en el que el esfuerzo de todos fue soberbio. Y, por si faltaba algo para lograrlo, ahí estaba la afición para poner su granito de arena.
Durante todo el encuentro jalearon a los suyos para ayudarles a conseguir la victoria. Unos ánimos que arreciaron sobre todo en la segunda mitad, donde los cánticos de aliento iban contagiando a las cuatro gradas convirtiendo el estadio gaditano en una sola voz.
Al final del partido, con los goles de Jona y Kike Márquez y los tres puntos ya en el bolsillo, se estalló en alegría. Eran tres puntos más pero muy importantes para ir caminando paso a paso en pos del ansiado ascenso.