La semana en la provincia de Cádiz ha tenido la lluvia como protagonista. Aunque hoy domingo el día comenzó acompañando con cielos despejados conforme se fue acercando la hora del partido ante el Granada estos se fueron oscureciendo y el líquido elemento acabó por aparecer en los primeros compases del mismo. Ya en la segunda mitad hubo momentos en los que la lluvia arreció y en las gradas del Nuevo Mirandilla tocó lucir paraguas (los permitidos) y chubasqueros.

Todo ello sin embargo no frenó a las 14.540 personas que acudieron al coliseo cadista y que pudieron disfrutar de una nueva victoria de su equipo. Fueron también parte fundamental en la recta final del choque, cuando hubo que insuflar ese último aliento a sus jugadores para aguantar el resultado en un choque andaluz que, como se preveía, fue muy complicado.

Con el pitido final llegó el momento del festejo y de agradecer a los futbolistas el esfuerzo. Una tarde que no invitaba a ir al fútbol pero que fue feliz para aquellos que sí acudieron.