Gran parte del futuro del Real Oviedo podría jugarse este martes en su junta general de accionistas. Un aspecto que en circunstancias normales no debería interesar al entorno cadista, pero una posible presencia de Quique Pina en el proyecto del equipo carbayón sí podría tener alguna consecuencia en el de la Tacita de Plata.

A dicha junta la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) pretende llegar con la representación de una mayoría de acciones para ser la que decida los próximos pasos de su equipo. Para ello cuenta ya con el 21% de las del Ayuntamiento así como el 14% de otro accionista. A éstas quiere sumar la de los accionistas minoritarios y tampoco descarta que el Consejo de Administración se una a su voto.

La máxima urgencia es conseguir dinero para salvar la temporada. Ahí es donde entran en escena algunos de los varios inversores que se han acercado a conjunto ovetense. Entre ellos uno hispanoamericano y otro español, que estarían dispuestos a afrontar entre 1’5 y 2 millones de euros. También el grupo mexicano Pegaso aportaría unos 500.000 euros.

La clave para la entrada de Pina en la gestión deportiva

El presidente de APARO ha manifestado en La Nueva España que la llegada del empresario murciano para gestionar deportivamente al club estaría condicionada a la entrada de uno de los inversores y que eso no se sabrá hasta el día 12 de julio. 

Pero aun ocurriendo eso, no estaría segura la vinculación de Pina ya que también cabría la posibilidad de que el grupo inversor que finalmente aporte el capital necesario también quisiera hacerse cargo de la gestión de fichajes, lo que dejaría a Quique Pina fuera del escenario.