Los tres puntos en juego en el Ramón de Carranza es aliciente más que suficiente para el Albacete Balompié. Los manchegos no quieren ver cómo se les alejan demasiado los puestos que dan acceso a luchar por el ascenso y por eso llegan a Cádiz con la idea de marcharse de la Tacita de Plata con una victoria.
 
Pero de la misma manera, seguro que también les sirve de motivación recordar que fue en ese mismo escenario donde la pasada campaña se frenó en seco el objetivo de volver a la categoría de plata. Entonces el Alba militaba en el Grupo I y accedió a las eliminatorias como cuarto en la liga regular. Se deshizo en primera ronda del Orihuela CF y en la segunda el sorteo le deparó el Cádiz CF que venía de perder ante el Real Madrid Castilla. Tanto la ida como la vuelta acabaron con 0-0 en el tiempo reglamentario y fue la tanda de penalti la que decidió el vencedor de la eliminatoria. El Cádiz salió victorioso y los fallos de Víctor Curto y Núñez dejaron al equipo de La Mancha en Segunda B, al igual que los cadistas que tampoco pudieron conseguir el ascenso.
 
Durante esta semana se ha hablado de ese partido en tierras manchegas. Su entrenador Luis César Sampedro cree que hay que dejar atrás cualquier ánimo de revancha y centrarse en la importancia de los tres puntos. Otros futbolistas como es el caso de Molina, si lo tienen presente. “Tengo una espina clavada por el partido del año pasado”, declaraba hace unos días.