
No ha visto, desde la grada pues estaba sancionado, en el Cádiz un bajón anímico como el que esperaban si el gol tardaba en llegar para los amarillos. “Teníamos la idea de que conforme fuera pasando el tiempo su estado anímico pudiera bajar. Incluso creo que hubo un momento de la segunda parte en la que se ha notado. Pero al final han tenido un arreón muy bueno y pensaron que pudieron ganar el partido”.
Curiosamente cree que la lesión de Luque y la entrada de Pablo les perjudicó pues el Cádiz formó un dibujo diferente desde ese momento. “La entrada de Pablo Sánchez ha significado que tuvieran cuatro hombres en zona de ataque y no habíamos trabajado el partido para eso. Sabíamos que Jorge Luque tenía posibilidad de pase y habíamos trabajado para que eso ocurriera. Eso nos ha trastocado y nos ha costado recomponernos”.
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