
En situación parecida están otros equipos como el Deportivo de la Coruña, el Alcorcón CF o el CD Mirandés. Nadie descarta que cualquiera de los tres puedan acabar mañana día 31 de julio en Segunda División B.
Y es que todos estos problemas, unidos a la situación del nuevo Salamanca o incluso alguna posible decisión sobre la denuncia de la UEFA al Hércules por presuntos amaños de partidos, hacen que la RFEF aún no haya conformado los cuatro grupos de Segunda División B cuando falta menos de un mes para el inicio de la competición. Cualquier cambio al respecto haría reorganizar dichos grupos. Precisamente el Real Murcia era uno de los equipos que se postulaban como componente del Grupo IV en el que jugará el Cádiz CF la próxima campaña.