Feliz estaba el técnico malaguista, lógicamente, por haber conseguido su segunda victoria consecutiva. Tras el partido hacía alusión a eso mismo que era lo que pedía en la previa del mismo. “El otro día decíamos que encadenar dos victorias hacía creer más y que esas dinámicas a favor pueden ayudar para salir de esas situaciones, ganando en casa del líder, que tiene un equipo muy sólido, con una rivalidad histórica, pero esto es que hemos hecho cosas bien y otras no tan bien. Los jugadores tienen corazón y ese corazón late muy fuerte y con eso nos tenemos que quedar. Es una victoria para dedicarla a la afición y a la gente el club que día a día trabaja con nosotros”.
Repitió lo importante que es gana ganar en Carranza. “Venir aquí, ganando 0-1 contra un equipo con esa solidez, estaba en el guion. El Cádiz por estadística en los últimos minutos es el que más goles marca y esta afición gana puntos, como la del Málaga. Felicito a los jugadores porque desde el momento que he llegado han estado predispuestos.”
En plena lucha por la permanencia, prefiere mirar solo a la próxima jornada. “Yo miro el próximo partido. El futuro y el presente están en los noventa minutos. Tenemos que pensar que esta categoría es tremendamente complicada y cada día tenemos que sumar y sumar. Quedan muchos puntos pendientes para quedarnos tranquilos”.
Para finalizar, explicó cómo planteó el partido, con una presión alta que pusiera en apuros al Cádiz. “Nosotros teníamos un claro sentido de que los equipos que juegan tienen sus similitudes y pensábamos que era mejor presionar de atrás hacia adelante. Intentamos buscar transiciones rápidas. No sé la posesión como ha sido, pero al fin la idea de partido trabajado ha salido, aunque otras veces no sale”.