Pudo cambiar el resultado del encuentro al final de la primera parte.

Foto: portalcadista.com

Jose González al final del partido dijo que, aunque se tuvieron ocasiones de ganar, las sensaciones que se habían visto sobre el terreno de juego iban a ser las mismas. Una frase que hay que tener en mente para valorar el pobre juego desplegado por el Cádiz CF ante el Écija. Pero de la misma manera hay que analizar una jugada que aunque no pudo cambiar el juego del equipo sí podría haberlo hecho con el marcador y que hubiera sido a favor de los intereses cadistas.

Corría el minuto 40 de la primera mitad. Jose María Cases, en jugada personal, se internaba con dirección al área. En su intento porque eso no ocurriera el defensor Alejo le salía al paso y le derribaba sobre la línea. Penalti de libro que el colegiado Jiménez González ni siquiera cobró como falta. De haberla pitado evidentemente significaría lanzamiento desde los once metros.

Fue de las pocas jugadas en las que el árbitro canario fallaría, pues anteriormente acertó invalidando dos del Écija por fuera de juego y posteriormente una más también por posición adelantada de Dioni.