El gestor deportivo del Cádiz, Quique Pina, fue testigo, al igual que todo el cadismo, del escándalo del Anxo Carro. El empresario murciano también sitúa bajo sospecha la actuación arbitral del castellano leonés Hernández Cifuentes "defiendo a muerte a los árbitros, pero no se puede defender que tenga tres fallos que supongan tres goles. Esas cosas te hacen dudar porque lo que hizo el árbitro es para un estudio profundo. Es difícil que sume tantos errores y sabe que hay forma de compensar", explica en Diario de Cádiz.

Pina no quiere pensar mal "no pienso en una mano negra, pero sí en que se ha tenido mala suerte al tocar un colegiado así. El próximo arbitraje no va a ser igual porque el colegiado va a tratar con un equipo al que le han regalado tres goles y otro al que le han perjudicado", añadiendo que bajo su criterio "la justicia del fútbol es que el Cádiz ascienda y creo que es lo que va a ocurrir".

El también presidente del Granada ve capaz al Cádiz "para hacer un partido espectacular y meter dos goles. Debe salir todo bien y tener un árbitro que no perjudique" y apela a la heroica afición cadista, que "tiene que marcar el primer gol en los primeros minutos y luego con todo su apoyo y esfuerzo el equipo hará el segundo".

Quique Pina ha querido rechazar el dinero que debía percibir por esta taquilla "ayer, cuando vi la injusticia, pensé en los abonados. Tomando como referencia el acuerdo firmado (con Antonio Muñoz) en cuanto al dinero de las taquillas, la del domingo me pertenece a mí para recuperar una parte del dinero invertido. Pero dije que la afición no tenía que pagar. Lo de ayer en el campo fue un robo, por lo que sacrifico ese dinero".

Todavía no desvela si comprará o ampliará por un año el contrato de gestión deportiva "si se soluciona todo con el Ayuntamiento, los accionistas, el estadio..., mi intención es la máxima hacia el Cádiz. Y si no se puede comprar, ayudaría en todo lo que pudiera con jugadores".