Su gol dio vida al equipo en los últimos minutos, logrando un resultado que dejaba más posibilidades de conseguir el ascenso en casa. Óscar Pérez dio el hálito de esperanza que el Cádiz necesitaba desde la frontal del área pero no olvida lo sucedido en tierras gallegas. “Estamos jodidos, cabreados, indignados y muchas cosas más. Las imágenes están ahí, todos lo han visto y todos lo seguirán viendo. Eso queda ahí. El trabajo de once meses de todo un equipo, técnicos, de los aficionados, se puede ir al carajo por eso. Han jugado con la ilusión de la gente. No queremos que nos den nada. Queremos jugar y ganar en el campo porque es donde mejor lo hacemos”.

Ahora llega el momento de levantarse ante las adversidades y eso tiene que ocurrir en Carranza. Para ello, la idea de cómo afrontar el partido para el jugador del Cádiz está clara. “Vamos a salir desde el primer minuto hasta el últimos a comérnoslos. Sabemos que no hay más. Nos vamos a dejar la vida y sabemos que la afición estará ahí como todo el año. Ellos con los que han visto por la tele, seguro que harán de Carranza un infierno”.

Su sueño, conseguir el ascenso el domingo ante un Carranza lleno. “El domingo nos vamos a dejar el alma el equipo y la afición para demostrar en el campo verdaderamente que el Cádiz tiene que estar en Segunda”.