Se afronta el encuentro del domingo con la idea de intentar revertir esos dos últimos resultados negativos y de mejorar en algunas cosa. Alberto Monteagudo daba especial importancia a esos objetivos más cercanos y el hecho de estar en la parte superior de la clasificación en este inicio liguero. Para ello, hay que doblegar al San Roque de Lepe en Carranza, un campo que para el manchego debe ser temible para los rivales. “Han sido dos derrotas ante dos equipos que no esperábamos y toca cambiarlo rápido porque sabemos que las derrotas cuestan quitárselas de encima. Es un buen momento porque ahora viene un equipo que conocemos, que sabemos cómo nos puede hacer daño y cómo podemos hacérselo nosotros. Hay que estar concentrados porque son tres puntos muy importantes para estar arriba. Carranza tiene que pesar a los rivales”.
 
Entiende que haya preocupación por las dos derrotas pero ve excesivo dramatismo aun cuando esto ha ocurrido en las primeras jornadas. “Llevamos cuatro partidos y parece irreal que haya presión cuando quedan treinta y tantos. Es importante en Carranza no fallar y dejar claro que en casa que la gente no se puede llevar puntos de aquí por encima de todo. La idea principal es esa. Carranza no debe ser un campo fácil para venir a jugar”.
 
De todas formas, la presión es algo para él entendible en un club como el Cádiz y está convencido de ésta se convertirá en fuerza favorable. “El Cádiz es así de especial porque hay mucha gente que está detrás del equipo. Con más de 7.000 que van al campo y otros muchos miles que siguen al Cádiz. Eso me encanta. Los entrenadores y los deportistas estamos para que opinen de nosotros y de nuestro trabajo. Lo que tenemos que hacer es hacer las cosas bien y se volcarán con nosotros. El domingo sé que la afición va a ir a muerte con el equipo y que al final del partido dirá si está contenta o no. Es un sitio bonito para estar, con presión. Pero si hacemos las cosas bien, esa presión será cinco veces mayor pero a favor”.

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