Cosa de Lobos

Y un día el pibe de Olmos, ex Gimnasia, jugó con las estrellas

REPORTAJE
Por WALTER EPISCOPO

Con una gran mezcla de sensaciones volvió Lucas Armando Lobos a nuestra país, a su ciudad, a su barrio. Es que la realidad superó sus expectativas desde fines de diciembre pasado cuando se fue a España. Sabía cuando llegó al Cádiz que el panorama era complicado para mantenerse en Primera, junto a sus compañeros luchó aunque no alcanzó, y en la última fecha su equipo fue uno de los tres clubes que descendió (por 4 puntos) a Segunda División.

Igualmente esto no logra empañar lo que está viviendo. La experiencia de haber jugado en una de las Ligas más importantes del mundo, de enfrentar a verdaderas estrellas y lograr el reconocimiento del público que lo adoptó como uno de sus ídolos. "No tengo palabras para describir lo que pasó con la gente, fue increíble cuando coreaban mi apellido. Yo no lo podía creer" comienza diciendo Lucas, todavía con cierta afonía por el cambio de clima.

Lobos arribó anteayer por la mañana luego de haber disfrutado de unos días de vacaciones en Europa, y por estas horas disfruta con su esposa Florencia todo el tiempo posible junto a su familia.

UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE

Lucas repasa lo que vivió en estos últimos meses y se le iluminan los ojos. "No me voy a olvidar nunca cuando llegué a Cádiz, que es una ciudad que parece una isla. En la entrada hay un puente y agua de ambos lados, realmente es un muy lindo lugar" comienza diciendo el futbolista, mientras recibe atención especial en la casa de sus suegros y el llamado de muchos amigos.

En cuanto a sus primeros momentos como jugador del Cádiz recordó, "me recibieron muy bien todos los muchachos, y me hicieron sentir muy cómodo. Tuve además la gran ayuda de Alejandro Limia (el arquero, ex Arsenal) con quien hice una muy buena amistad y me ayudó mucho. Es que cuando llegás a un lugar que no conocés es difícil, nosotros llegamos con mi señora y estábamos solos, pero él nos ayudó mucho, nos juntábamos, su esposa se juntaba con la mía también, y así se hace más llevadero. Por eso cuando hice el primer gol se lo dediqué a él".

Y más allá de adaptarse a la vida en otro país tuvo que hacerlo a nivel futbolístico. "Realmente pensé que iba a ser más difícil, pero de a poco me fui metiendo y acostumbrando. Las canchas son más rápidas, el pasto lo cortan al ras, lo mojan 20 minutos antes de los partidos y así el juego se hace más rápido. Pero no me costó tanto, empecé a jugar de titular bastante rápido y por ese lado me quedo muy contento".

Y la gente enseguida lo adoptó como uno de sus preferidos, a medida que demostraba su calidad. "El hincha es parecido al de acá, te alienta mucho. En el primer partido que jugué de titular hice un gol de tiro libre, la verdad que me salió lindo, y se volvieron locos porque hacía como 3 años que el equipo no hacía un tanto de tiro libre. Pasaron los partidos y coreaban mi nombre, y hasta me llegaron a comparar con un jugador muy importante que jugó en el Cádiz y es un mito, como el Mágico González. Pero el hincha alentaba al equipo porque veía que daba todo adentro de la cancha y dejaba todo hasta el último minuto. Veían el esfuerzo que poníamos".

Sobre su futuro habla con claridad y sin dudas. "La gente quiere que subamos rápidamente, quieren que me quede y el presidente también, tengo contrato por 5 años y esto recién comienza, así que me quedaré en el Cádiz donde me siento muy cómodo. Además no me gustaría irme habiendo descendido, el día que me vaya quiero que sea de otra manera. Le han llegado algunas ofertas a mi representante, pero esto recién empieza, me queda un contrato por delante y en el club quieren que me quede para intentar ascender enseguida".

JUGAR CON LAS ESTRELLAS

Jugando en una Liga tan importante, se cruzó con verdaderas estrellas con quienes compartió un campo de juego, como por ejemplo ante el Barcelona con Eto'o y Ronaldinho, o el Real Madrid con Roberto Carlos, Zidane y Beckhan. Al recordar todo aquello, Lucas sonríe y se emociona. "Para mí era un sueño cuando íbamos para el Bernabeu para jugar contra el Real Madrid. Pensaba, voy a jugar contra estos monstruos que los veía por tele como estrellas inalcanzables. Fue algo sorprendente" dice, y enseguida agrega, "yo llevaba la cámara de fotos para todos lados que ibamos, y mis compañeros me cargaban y me decían 'el turista Lobos', porque parecía que estaba de vacaciones sacando fotos".

Sobre esos encuentros dijo que "antes de entrar a jugar pensaba en las figuras que había enfrente, pero después no, cuando entraba a la cancha me olvidaba y dejaba todo para ganar. Me acuerdo que cuando terminó el partido con el Real Madrid, me crucé a Roberto Carlos y me saludó muy bien, o contra el Barcelona, Ronaldinho me saludó como si me conociera de chico, realmente no lo esperaba y me quedé sorprendido porque es una figura mundial" señala el futbolista quien reconoce haber cambiado unas diez camisetas con rivales.

CON EL LOBO A LA DISTANCIA

En un momento de la charla, obviamente que Gimnasia no está ausente y el último torneo lo vivió como un hincha a la distancia. "Escuchaba los partidos por internet, por La Redonda, también pude ver alguno, como por ejemplo contra Newell's que ganaron 3 a 2 en un partidazo. Seguía a full a los muchachos y hablaba con varios, así que estaba al tanto de todo. Ahora los veré cuando regresen para la pretemporada ya que pasaré por Estancia Chica".

El objetivo de haber clasificado a las Copas Sudamericana y Libertadores fue un logro que también lo tocó de cerca porque fue figura del equipo en el subcampeonato del Apertura. "Uno se siente partícipe y que ayudó un poco a realizar este logro, pero más que nada fue meritorio de los chicos que sumaron los puntos que necesitaban. Por ahí algunos decían que el equipo necesitaba a Lobos, pero ellos demostraron que lo podían hacer igual y que no hacía falta Lobos, así que estoy realmente muy feliz por todos los muchachos" confesó.

Sin dudas que su vida cambió en los últimos tiempos. Tras haberse afirmado en la primera de Gimnasia y ser una de las figuras del fútbol argentino, ya se habla -y muy bien- de el en España por lo hecho en el Cádiz en pocos meses, pero eso no lo cambia y no se olvida de su querido Olmos. "Volví al barrio y ahí siempre seré uno más, uno interiormente es igual siempre. Sentí una gran emoción al llegar y ver colgado un pasacalle que decía 'Bienvenido a casa'. Y es así, ahí no soy Lucas Lobos, para todos soy 'Army', como me dicen desde chico cuando jugaba en cualquier canchita del barrio".