Nada más despegar del aeropuerto de Jerez, y según posteriormente los propios pasajeros del avión que llevaba a la expedición del Cádiz CF a El Salvador, un ave impactaba en el motor derecho de este. Un momento de lógico miedo y tensión que se vivió en el interior del mismo y que el propio Conan Ledesma grabó y compartió a través de sus redes sociales. Felizmente el Boeing 767 pudo aterrizar sin problemas tras declarar emergencia en el aeropuerto de Sevilla poco después.
¿Cómo de peligrosa fue la situación?
Es lógico pensar que en condiciones de vuelo perder la operatividad de un motor desencadene un accidente, pero afortunadamente no es así. Los aviones, incluso los bimotores como es este caso, están perfectamente preparados para operar con un solo motor activo en caso de emergencia.
Desde 1985 se estableció el protocolo de estándares de alcance extendido para las operaciones de aparatos bimotores (ETOPS). Precisamente esta certificación se extendió por primera vez a un Boeing 767-200. El ETOPS permite que un avión bimotor pueda llegar a extender su operabilidad completa hasta 180 minutos más, tiempo de sobra para buscar un aterrizaje en un aeropuerto alternativo.
Además, en el caso de ayer con el Cádiz CF en el que un ave provocara la emergencia, suele darse poco después del despegue o durante el mismo. Una vez el aparato inicia el ascenso las probabilidades de que eso ocurra van disminuyendo. Es así que en estos incidentes, se tome rápido la decisión de regresar a otro aeropuerto pudiendo realizar también con total normalidad un aterrizaje sin uno de los dos motores y sin que eso afecte a la seguridad de dicha maniobra.