Ha pasado más de un año de la última visita del Cádiz C.F. al estadio Rico Pérez de Alicante, un desplazamiento de fatídicos recuerdos para los cadistas ya que fue el día que se consumó el descenso a Segunda División B.
De dicho partido, que acabó con empate a un gol en el marcador, todos recordamos el penalty fallado por el ahora jugador del equipo alicantino Abraham Paz. Pero al igual que se recuerda eso, no se puede olvidar el partido a "cara de perro" que se marcó el Hércules, en el que los jugadores herculanos pusieron todo su ahínco contra la portería del Cádiz pese a que en juego tan solo estaba la honra. O eso parece.
Hoy,
Diario de Cádiz recoge unas palabras del que fue jugador del Hércules en la temporada 2007-2008, y ya retirado Diego Jaume, publicadas inicialmente en el portal deportivo uruguayo
Producción Nacional, en el que lanza unas graves acusaciones contra el Cádiz "Faltando dos fechas nos ofrecieron un dinero para empatar contra el equipo que íbamos a jugar", refiriéndose al Cádiz, "después parece que era para perder", relataba.
Foto: Marca.com |
Y es que Diego Jaume, autocalificándose de honesto, afirma que se desmarcó de la propuesta que le hizo el Cádiz pese a que sus compañeros votaron a favor para llevarla a cabo. Incluso carga contra el que fue su entrenador, Andoni Goicoetxea.
Estas acusaciones, bastante graves, difieren con lo sucedido desde el minuto 1 hasta el minuto 97 de aquel partido, en el que primero en marcar fue el Cádiz por medio de Gustavo López, pero el que empató fue el Hércules por medio de Sendoa, un gol que fue celebrado, precisamente, de manera bastante efusiva por el equipo alicantino.
La entrevista a Diego Jaume es la siguiente:
Alejandro Landoni (periodista) — Se transformó un poco en un referente ¿no? Como fue en Defensor también cuando pasó a Nacional.
Diego Jaume — Exactamente. Pero faltando dos fechas tuve un choque muy grande con todo el plantel del Hércules porque nos ofrecieron un dinero para empatar contra el equipo que íbamos a jugar; después parece que era para perder. Ya cuando nos ofrecieron dinero para empatar, yo comencé con el problema.
Era el Cádiz el equipo que nos ofreció... jugábamos la última fecha contra ellos y nosotros no nos jugábamos nada. Habíamos quedado quintos, era la última fecha y no teníamos chance de ascender ni de descender, y el Cádiz si no nos ganaba, tenía posibilidades de descender.
Nos ofreció plata primero por empatar, y después necesitaba el triunfo, pero yo ya cuando se contempló la posibilidad... De 25 jugadores sólo dos votamos en contra y de nosotros dos el otro jugador optó por hacerse el lesionado y no jugar.
Ahí me enfrenté a todos mis compañeros y fue como “la gota que desbordó el vaso”.
A.L. — ¡Es brutal! Les hicieron la propuesta para que fueran a menos y el plantel hizo una reunión con votación y todo.
D.J. — Exactamente.
A.L. — ¿Es frecuente eso en el fútbol?
D.J. — A mí me ofrecieron para ir a ganar acá en Uruguay y en España, en otro lugar. Ese mismo año, la Real Sociedad nos ofreció dinero jugando contra Málaga, nosotros (el Hércules) contra Málaga, y ganamos 4 a 3. Fue muy comentado, porque íbamos perdiendo 3 a 1 en el primer tiempo y lo dimos vuelta, pero yo siempre digo: el jugador cuando sale a ganar, aunque le den un millón de dólares, no va a cambiar el resultado.
En un momento se me cuestionó, “aceptás para ganar y para perder no”. Éticamente se me puede cuestionar si está bien o si está mal porque recibís dinero de otro equipo, pero no ataca mis principios en la cancha. Yo entro a una cancha a ganar, nunca a empatar o a perder. Puedo empatar o perder, pero nunca con el preconcepto antes de empezar el partido, de tener que empatar o de tener que perder. Ganar es mi principio de juego. No va en contra.
Éticamente está mal y hay países que lo penalizan. Está claro que está mal. Pero nunca me había pasado en mi vida que me ofrecieran dinero para empatar o perder.
Para mí fue un choque muy grande; mis dos últimas semanas no me hablé con casi ningún compañero, es más, terminé mal con casi todos.
A.L. — Al final, ¿cómo salió ese partido?
D.J. — Erró un penal: le hicieron un penal, el Cádiz lo erró en la hora y descendieron. ¡Increíble!
A.L. — ¿No le embocaron al arco?
D.J. — No le embocaron al arco y terminó el partido.
Yo ni fui a la cancha. Fui muy honesto con todos y les dije que iba a hablar con el entrenador que me había llevado a España y fue un poco como mi padre futbolístico en España, que fue Andoni Goikoetxea. Es un vasco que me llevó a Numancia y después me llamó casi todos los años que estuve acá, que quería que fuera, y ese último año coincidió que él agarró el Hércules y yo había tenido mis diferencias con Carreño en Nacional, y me fui.
Y le fui a plantear lo que me pasaba, pero antes les dije a mis compañeros que iba a planteárselo porque yo no me pensaba hacer el lesionado.
A.L. — ¿Y el técnico sabía?
D.J. — El técnico suponía, pero a mí me sorprendió que el técnico no se enfrentara al equipo. Dijo como que él no podía enfrentarse a todos.
A mí un poco me decepcionó porque me la jugué en decírselo a él, primero les dije a mis compañeros porque no pensaba hacerme el lesionado, pero ellos me propusieron que yo jugara y que ellos jugaran a perder y yo a ganar, cosa que…
A.L. — Era imposible.
D.J. — En mi cabeza no entraba. Fue un lío bastante grande esas últimas semanas y no sé si hubiese renovado, pero fue la gota...
- Enlace relacionado: Entrevista completa (Producción Nacional).