El técnico del filial cadista explicaba tras la derrota en Córdoba las sensaciones con las que, a pesar de perder, acabó después del partido en palabras recogidas por los medios oficiales del club. “Tenemos la suerte de que la mayoría de los jugadores son del año pasado. Están trabajando con el mismo cuerpo técnico desde hace 14-15 meses y eso ayuda a que den los conceptos que les pides. No sólo en lo táctico, sino en saber madurar los partidos. Vamos ganando algo ahí, pero nos falta un poco. Es normal, son chavales de 19 a 22 años”.

Sin embargo también es consciente de que esa falta de madurez penaliza. “Excepto uno, el resto son Sub-23. A veces eso se nota. Hay que tener en cuenta el escenario, que puede asustar a un jugador de esa juventud porque no tiene a su alrededor ningún veterano que pueda asumir responsabilidad. Nos ha faltado un poco de picardía".

Aunque no lo usó como excusa, sí hizo referencia al posible penalti no pitado sobre Lino antes del 1-0. “Es difícil teniendo en cuenta que jugamos en un campo y ante una afición de Primera División, no he visto las jugadas en televisión y yo no quiero excusarme en eso. Igual que ahora nos lo han dado, en un futuro igual nos lo encontramos. No me gustaría excusar una derrota en un posible error del árbitro porque estoy seguro que yo me habré equivocado más que él".