Moussa Diakité fue uno de los protagonistas en la victoria del Cádiz CF ante el Granada CF, no solo por su actuación en el campo sino también por su situación particular debido al Ramadán. El centrocampista, que ha estado siguiendo esta práctica religiosa, fue sustituido al descanso, algo que Gaizka Garitano explicó en rueda de prensa tras el encuentro.

"Lo he cambiado por la amarilla y el Ramadán, y eso tiene unas consecuencias físicas. Lleva dos semanas siguiendo el Ramadán y tenemos que cuidarle un poco porque no se encuentra al cien por cien. Sumando la tarjeta que tenía, me daba miedo tener un jugador así tras el descanso, y sabía que le iba a costar llegar fresco al minuto 90. Hemos hecho el cambio y nos ha salido bien", señaló el entrenador cadista.

El Ramadán es el mes sagrado del Islam, durante el cual los musulmanes practican el ayuno desde el amanecer hasta el anochecer. Durante este periodo, no pueden ingerir alimentos ni bebidas, lo que supone un desafío adicional para los deportistas de alto nivel. La falta de hidratación y nutrientes durante el día puede afectar el rendimiento físico, la resistencia y la recuperación muscular.

En el caso de Diakité, su participación en los entrenamientos y en la competición se ve condicionada por este esfuerzo adicional. Los futbolistas que siguen el Ramadán suelen adaptar sus rutinas, hidratándose y alimentándose adecuadamente en las horas permitidas para minimizar el impacto en su rendimiento. No obstante, los entrenadores y cuerpos técnicos deben gestionar con especial atención la carga física de estos jugadores para evitar el desgaste.

En el partido ante el Granada CF, Garitano optó por sustituir a Diakité en el descanso para evitar riesgos, tanto por su estado físico debido al ayuno como por la tarjeta amarilla que recibió en la primera parte. Su sustitución por Fede permitió al Cádiz CF mantener el equilibrio en el centro del campo y sellar una victoria clave en el tramo final de la temporada.