La 'tarjeta verde' a la deportividad, un proyecto gaditano que da el salto al fútbol andaluz

Kike Caba, tras aprobarse el uso de la tarjeta verde para todas las competiciones del fútbol andaluz / RFAF

Cádiz ha sido para el fútbol sinónimo de inspiración y de aporte de ideas para la innovación del deporte del balompié. De un gaditano, Rafael Ballester, surgió en 1962 la tanda de penaltis para desempatar una final del Trofeo Ramón de Carranza que jugaba el Barcelona y el Zaragoza.

El pasado año otro gaditano, José Enrique Caballero Espinosa, conocido en los mentidefos futbolísticos como Kike Caba ideó la 'tarjeta verde' con la que se busca fomentar el juego limpio en el fútbol base, entendiendo como formativas las competiciones hasta juveniles. Tras ser apoyada y adoptada para todas las competiciones de carácter provincial por la Federación Gaditana de Fútbol, con un gran éxito de acogida en el estamento arbitral, clubes y futbolistas, la 'tarjeta verde' da el salto a Andalucía tras haber sido aprobada por unanimidad su implantación en todas las competiciones de la Real Federación Andaluza de Fútbol en la votación llevada acabo en la Asamblea 2014.


Con la 'tarjeta verde' se quiere crear una especie de termómetro de la deportividad. La tarjeta roja es la de la expulsión, la amarilla es el apercibimiento de expulsión, y la tarjeta verde sirve para "premiar el comportamiento deportivo o ejemplar del futbolista con sus compañeros, rivales, árbitro, público, etc.", según el informe presentado ante la RFAF.


Entiende Kike Caba que actualmente la labor del árbitro de fútbol base es la de enseñar y formar a los futbolistas a impartir justicia dentro del terreno de juego, y ahora se uniría "premiar cualquier jugada que, a su estimar, fuese merecedora de reconocimiento tanto al niño como al entrenador, delegado o cualquier técnico incluido en el acta del partido, que efectuase la acción, en el mismo momento de la realización de la misma". Con esto se consigue "por un lado, espolearía al niño a un comportamiento deportivo y por otro lado, serviría de ejemplo a sus compañeros y adversarios en ese partido, con lo que sentaríamos unas bases de ejemplo y deportividad, tan necesarios en este nuestro mundo del fútbol, del mismo modo que veríamos como el árbitro también sería visto como repartidor de premios y no solo como Juez para sancionar".

Si la tarjeta roja y amarilla son acumulativas, la verde tendría mismo fin, ya que al final de la temporada se podría imponer "una medalla al juego limpio o Tarjeta Verde 2013-2014, por ejemplo, al jugador que más tarjetas verdes acumulase durante la temporada en curso en cada categoría".

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