La investigación de la llamada operación Soule, la que ha llevado a Ángel María Villar, su hijo Gorka, Juan Padrón y otros dirigentes de la Real Federación Española de Fútbol a la cárcel, continúa abierta y ya ha superado las 40 personas imputadas, entre particulares y empresas.

Se calcula que la cifra de dinero presuntamente malversado por Ángel María Villar y su séquito superaría ampliamente los 100 millones de euros, que formarían parte de la llamada "vinculación clientelar" por el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, que también ha puesto de manifiesto la contratación por amiguismo en la propia RFEF a personas con elevados sueldos.

Ayer fue un día diferente, ya que se sorteó el calendario de LaLiga sin la presencia de Villar ni ningún dirigente de la RFEF. Tras el sorteo, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, manifestó que "Villar ya es historia en el fútbol español", abogando por "sacar de la RFEF el Villarismo, la forma de gestionar, las prebendas y las corrputelas", anunciando que LaLiga se personaría en este asunto como acusación popular y pidiendo que el Consejo Superior de Deportes (CSD) tutele la transformación de la RFEF, inhabilitando a Ángel María Villar y formando una comisión gestora con nuevas elecciones libres.

Ante estas manifestaciones la RFEF publicó un comunicado en el que "manifiesta su más firme rechazo y, con él, su enorme estupor ante las gravísimas e irresponsables manifestaciones realizadas por el presidente de la Liga, Javier Tebas, y algún otro dirigente, en las que se asegura sobre la RFEF que 'estamos ante una verdadera organización para delinquir', frase de la que podría deducirse que dicha trama existe y que forman parte de ella todos los que componen la familia del fútbol español".

Y continúa el comunicado de la RFEF reafirmando "una vez más, su más profundo respeto y afecto hacia quienes cada año son capaces de afrontar con enorme y demostrada eficacia la organización del fútbol español, factor clave en su crecimiento y expansión, que ha alcanzado cotas históricas. Al mismo tiempo, la RFEF desea resaltar la honestidad de la multitud de dirigentes que forman nuestro deporte y la de los empleados de esta Casa, que no solo han dado permanente  prueba de ello, sino, también, de su laboriosidad".