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Esta práctica, habitual en el mundo del rugby, consiste en despedir el equipo local al rival con un pasillo para abandonar el terreno de juego, una vez finalizado el choque. Posteriormente ambas plantillas se reúnen fuera del terreno de juego de manera amistosa.
El fútbol italiano, salpicado por la violencia bastante a menudo, quiere dar un giro a la hora de entender este deporte por parte de sus aficionados. Para ello, nada mejor que comenzar por los protagonistas en el terreno de juego: los jugadores.
Esta pasada jornada se pudo ver en el partido Fiorentina-Inter como, tras terminar 0-2, el derrotado equipo local hacía un pasillo a las puertas del vestuario mientras aplaudía a su rival y saludaban uno a uno a sus componentes. Dicha medida ha sido muy bien aceptada por todos los ámbitos del fútbol italiano.
"Quiero felicitar a Fiorentina. Fue realmente muy lindo. Tenemos que repartir desde aquí" (Gianni Petrucci, presidente del Comité Olímpico Italiano)
“El gesto fue la demostración de que el fútbol puede dar respuestas de calidad en el plano de su conducta" (Giancarlo Abete, titular de la Federación Italiana de Fútbol)
"Hasta ayer pensaba que no tenía por qué saludar a un rival luego de un partido si no lo deseaba, pero ahora aprendí el espíritu de esta iniciativa y la encuentro muy válida" (Renzo Ulivieri, DT de Reggina.)
“Debería repetirse en todos los estadios" (Roberto Mancini, entrenador del Inter de Milan)
Vídeo de lo que ocurrió tras el partido Fiorentina-Inter.