Cuando un club cosecha un fracaso deportivo, es lógico que entre sus principales responsables se busquen diversas maneras de desviar la atención de sus aficionados para que estos rápidamente pongan el foco en otra cosa que no sea su gestión. Es casi una estrategia política llevada al terreno de lo deportivo y que cada vez se estila más. 

Eso parece haber ocurrido en el seno del Xerez DFC, creado hace tan solo diez años, que tras consumar días atrás su descenso a la quinta categoría del fútbol español, ha activado esos mecanismos defensivos a través de su vicepresidente Matías Aguilar criticando de manera clara y directa la repercusión del Cádiz CF en su provincia.

En la pasada semana el Cádiz afirmó su presencia publicitaria en una de las puertas de llegada del aeropuerto de Jerez, el cual cabe recordar es gestionado (como todos los aeropuertos españoles) por la sociedad AENA, participada en su mayoría por el ente público ENAIRE.

Eso parece haber molestado en el seno del otro club de Jerez, y fue aprovechado para que su vicepresidente declarara en la presentación de la campaña de socios en el día de ayer que "nos preocupa que, últimamente, estamos viendo que equipos de fuera de la ciudad intentan adentrarse en los aficionados durmientes, los que no lo tienen claro. Y las instituciones y las empresas facilitan y apoyan que vengan aquí y capten gente. Me niego a que en Chapín se escuchen canciones de tres por cuatro en lugar de palmas por bulerías. Creo que todos sabemos a lo que nos estamos refiriendo".