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Historia y cantera (I) |
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21.12.2010 |
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Ciento y pico de años dan para mucho. Esta temporada se repite el guión de tantas otras. Siempre en el borde la navaja. Tentando la suerte. De farol. Apostando con cartas inciertas. Jugando con fuego.
Dicen que quien conoce su historia puede forjar su destino. En este año de nuestro Centenario, aunque denostado por muchos (pero les aseguro que desarrollado con muchísimo esfuerzo e imaginación, y con escasísimos recursos económicos), tendremos la oportunidad de poder contar, a partir del próximo 21 de diciembre, con la historia de Cádiz Fútbol Club, del Mirandilla, del Hércules de Cádiz, del Español de Cádiz, del Cádiz Club de Fútbol... Leámosla. Llegaremos a la conclusión que todo lo que está ocurriendo hoy en nuestro club, ya ocurrió antes, eso si, con distintos actores. Con sus aciertos y sus errores. Ricas vivencias a las que vamos a poder acceder por unos cadistas locos (gracias Juan, Manolo, Paco y Juan Antonio), por las miles de horas robadas a sus seres queridos y también por la perseverancia e imaginación de otro (gracias también, Juanma). Aprendamos de estas vivencias. Errar es de humanos. No aprender de los errores es de necios. El Centenario del Cádiz nos ofrece esta oportunidad. Aprovechémosla.
Tras leer nuestra historia nos reafirmaremos en que no hemos ido por buen camino y que se exige imprescindible renovar la forma de hacer las cosas si queremos cambiar para mejor. No es cuestión de personas, es cuestión de filosofía de club.
Pensamiento generalizado es la necesidad de ser un club de cantera. Hasta nuestra actual directiva lo piensa. Muchos hablamos del tema pero ¿qué es ser club de cantera?
Yo personalmente lo definiría como poder sacar en cada temporada, al menos, a un jugador excepcional de entre sus equipos inferiores. Un jugador franquicia. El que marque la diferencia, entusiasme a la afición y sirva de espejo motivador para el resto de los canteranos.
Para ello habría que cambiar la concepción de cantera: pasar de “gastar en la cantera” a “invertir en la cantera”, tener un proyecto a medio y largo plazo, tener paciencia, poder ofrecerles un futuro a las mejores promesas evitando su emigración a otros clubes, disponer de los mejores recursos para los jóvenes, cuidarles, mimarles, tener amplitud de miras… Es un viaje largo y muy complicado en un fútbol resultadista con escasísima memoria. En definitiva, apostar por esta forma de ver el fútbol.
Para conseguir todo esto, empecemos por los entrenadores de la base. Conseguir profesionales altamente cualificados al frente de la formación de la cantera, y asegurarnos jugadores de futuro, no es fácil, debemos ofrecerles estabilidad laboral (apuesto, al menos, por un periodo olímpico); realizar una selección por concurso entre todos los entrenadores que acrediten los méritos que exijamos; ofrecerles un salario profesional y no una gratificación amateur, compensando así su esfuerzo y no exigiéndoles (a cuenta de nuestro sentimiento cadista) un obligado altruismo hacia el club; planificarles desde la dirección de la cantera el currículum deportivo que deben alcanzar en cada uno de los periodos de enseñanza y una sistemática contrastada de aprendizaje; definirles cual debe ser el tipo de jugador a conseguir al final del periodo de aprendizaje y que dé respuesta a las expectativas de la afición; estructurar una planificación del trabajo que incluya reuniones continuas entre todos los enseñantes de la cantera para unificar criterios; por último, y no por ello menos importante, ofrecerles un plan de formación continua que enriqueciera su labor profesional en la cantera. Todo esto, y más, es club de cantera.
En mi próxima columna seguiré aportando mi visión de esta otra forma de ver las cosas.
Salud para todos.
Rafael Rivas
Universidad de Cádiz