Que el fútbol sea un deporte de hombres es un tópico que cada vez es menos típico. Una de las barreras que la mujer, con sudor y quién sabe si lágrimas –eso solo lo saben ellas-, ha derribado y sigue derribando cada día sobre césped o tierra. En el barro. Y es que a veces las utopías se transforman en autovías para llevar los deseos al mejor de los destinos. Al destino. Porque el balón no entiende de sexo, de género, solo de trabajo y constancia. De sueños.

Una de estas luchadoras del balompié es Andrea Sánchez. Una de tantas. Desde los diez años, esta joven isleña ha peleado para disfrutar del deporte rey, llegando a caminar por el borde de las leyes para regatear y poner el pase de gol a la ausencia de potencial que hoy día tiene el fútbol femenino. En la localidad de San Fernando se forjó. El Isla de León le vio crecer. El Cádiz CF, su destino soñado para madurar como futbolista.

La falta de mujeres para conformar equipos femeninos provocó que la Federación Andaluza de Fútbol (FAF) tomara la decisión de permitir equipos mixtos en el mes de agosto de 2005, pudiendo haber jugadoras en todas sus categorías. Once años después son más de cien las mujeres que juegan en equipos mixtos. Andrea, una de muchas que, haciendo oídos sordos a palabras necias que le llovían desde el público en sus inicios, nunca se rindió.

Andrea Sánchez Moreno nació el 5 de febrero de 1999 (17 años) en Cádiz, aunque reside en San Fernando. A los cinco años comenzó a darle patadas a un balón en el equipo de fútbol sala del Colegio Arquitecto Leoz de San Fernando, pasando a los diez años al CD Isla de León. Desde entonces, Sánchez ha progresado como futbolista en el centro del campo hasta llegar a formar parte de la Selección gaditana y, recientemente, de la Selección Andaluza.

Sobre el terreno de juego, la isleña se define como "organizadora del juego, constante, siempre dispuesta a animar a mis compañeros y/o compañeras y, sobre todo, a jugar el balón sin complicaciones". Y es que, además, añade a este medio que ahora podrá aportar su cadismo sobre el césped, un sentimiento que le viene de familia, especialmente de su abuelo, que fue quien se lo inculcó.


Reconoce que al principio dudó, pero poco tiempo necesitó para dar el paso de presentarse a la jornada de selección celebrada en El Rosal. Ahora, ya como jugadora del Cádiz CF Femenino tras superar la prueba, la centrocampista declara que, para ella, jugar en el Cádiz es "una ilusión muy grande, es defender tus propios colores. Es un orgullo poder luchar por tu sueño defendiendo algo que sientes de verdad, poder representar a Cádiz y escribir las primeras páginas de un equipo por fin femenino en Cádiz. Esto es algo importante de cara al futuro del club y el fútbol".

Dentro de la ilusión que le produce defender la elástica amarilla, y ser una de las elegidas, no esconde que también le supone "un nuevo reto, tengo que demostrar no solo al Cádiz, también a mí misma lo que valgo y aportarle al Cádiz CF todo el esfuerzo y trabajo de estos años en el Isla de León, tanto futbolística como personalmente". "Estoy muy ilusionada por esta nueva oportunidad que se me ha brindado", destaca.

A sus diecisiete años y con toda una vida por delante, Andrea Sánchez es una perseguidora de sueños, ya que compagina su pasión por el fútbol con sus estudios de segundo de bachiller de la modalidad de ciencias, curso al que pasa este año, donde se prepara para hacer medicina. Y es que, como rezaba el autobús descapotable en el que los jugadores del Cádiz CF celebraron el ascenso a LaLiga2: "Los sueños siempre se cumplen".