No es novedad que el cadismo organice un ejército de color amarillo con la ilusión como uniforme y la pasión como arma, pero sí es una bella noticia que dé un golpe sobre la grada para demostrar que sigue al lado de su equipo en un nuevo objetivo. Tras conseguirse la hazaña de abandonar la ya odiada Segunda B, el cadismo acompañará al Cádiz en el Ramón Sánchez Pizjuán en el objetivo de clasificarse para el playoff de ascenso a Primera.

Con la ayuda del club, que ha facilitado el desplazamiento haciéndose cargo del coste de los autobuses, los cadistas acudieron a la llamada del equipo sin pensarlo. Sin dudar. La duda, esta vez, se queda enterrada en La Caleta. Desde las seis y media de la mañana, el cadismo comenzó a colapsar las taquillas del Ramón de Carranza, organizando unas largas colas que llegaban hasta fondo norte. Locura amarilla que se reflejaba en un ritmo de cuatro autobuses por hora.

53 ha sido la cifra de autobuses fletados con la que el club ha cerrado la jornada de este martes. La primera en la que los aficionados podían tanto apuntarse al desplazamiento en autobus como adquirir la entrada al estadio para ir por su cuenta. Una cifra que, sin duda, pasará a la historia de la afición del Cádiz con el Sánchez Pizjuán como escenario.