El Cádiz CF logró salvar un punto en el estadio Nuevo Mirandilla tras empatar ante el Tenerife, en un partido donde el apoyo de la afición fue determinante en los minutos finales. El ambiente en el estadio estuvo marcado por momentos de tensión, especialmente tras el segundo gol del Tenerife, cuando se escucharon gritos de "Vizcaíno dimisión" y otros cánticos dirigidos contra el presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno.
Hasta ese momento, el ambiente en el estadio se había mantenido enrarecido debido a la frustración de los aficionados con el rendimiento del equipo. La grada no ocultó su descontento con la actuación del conjunto amarillo, que hasta bien entrado el segundo tiempo no había mostrado capacidad de reacción. Sin embargo, el gol de penalti convertido por Álex Fernández cambió la atmósfera en el Nuevo Mirandilla, despertando a una hinchada que comenzó a alentar con fuerza.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, el entrenador del Cádiz CF, Paco López, destacó la importancia del apoyo de la afición en el tramo final del partido. "Valoro el apoyo de la afición, que cuando ha visto que el equipo podía ha empujado y nos dan un plus. Se me ha puesto la piel de gallina cuando lo he visto. Y eso es lo que necesitamos", afirmó el técnico, reconociendo el papel crucial que jugó la grada en la remontada de su equipo.
El encuentro había comenzado con un Cádiz CF que se mostró inoperante en ataque durante gran parte del partido y que, tras los dos goles encajados, se enfrentaba a una situación crítica. La presión de la hinchada, que pasó de la crítica al apoyo incondicional, resultó ser un factor clave para que el equipo lograra igualar el marcador con un gol en el tiempo de descuento anotado por Paco Mwepu.