Se lamentaba Juan Antonio Romero, entrenador del Córdoba B, de los errores cometidos en la primera mitad que le hicieron irse al descanso con un tres a cero en contra. Errores que, también reconocía tras el partido, supo aprovechar el Cádiz con acierto. “La primera parte ha sido atípica. Los no aciertos por nuestra parte en el apartado defensivo, en jugadas puntuales, nos han hecho mucho daño pues también llevaban acierto por parte del Cádiz. Luego en la circulación de balón si hubiésemos tenido más de tranquilidad podríamos haber hecho más daño”.

Cree que su equipo mereció más en la segunda parte, en la que encontró cosas le ayudaron a mejorar en el juego. “En la segunda parte hemos tenido más intensidad, seguridad y confianza siendo creo merecedores de un resultado más corto”.

Es consciente de que sus jugadores luchan contra el reloj en cada encuentro para salir de la parte baja de la tabla, y que eso a veces puede acusarse sobre el terreno de juego. “En el apartado de gestión mental, estamos en el umbral para alcanzar esa seguridad pero estamos en el límite. Y eso se paga ante un equipo como el Cádiz que en su casa tiene esa hegemonía”.