Espera a un Girona más defensivo que los últimos equipos que han pisado Carranza.

Foto: portalcadista.com

El técnico cadista sigue confiando en sus jugadores para sacar la situación adelante. El partido del pasado domingo ante el Villarreal fue un claro ejemplo de lo que quiere aunque es consciente de que hay que seguir mejorando algunas cosas. Sobre todo en el acierto de cara a portería. “Es un partido importante, como todos, pero lo importante es cómo estamos nosotros y estamos bien tanto en el aspecto físico como el anímico. Sabemos que todos los partidos son difíciles y este será uno más de ellos, pero tenemos que mejorar cosas con respecto al último encuentro. Por ejemplo clarificar en la definición. Situaciones se crearon y por momentos se jugó bien al fútbol. Sabíamos que era un rival difícil, que venía sin responsabilidad y que tenía buenos futbolistas. Con todo ello, el equipo tuvo algún problemita en la primera parte, diez o quince minutos, pero luego se rehízo, presionó, se cambió el balón de orientación, se entró por banda y por el centro… se buscaron todas las posibilidades para llegar y materializar todas las situaciones. Las creamos pero no las completamos”.

El próximo rival será el segundo en casa de manera consecutiva. Los gerundenses es para Espárrago un equipo rocoso en defensa y al que habrá que jugar de una manera específica para poder doblegarlo. “El Girona es un equipo que no se desarma nunca. Está bien armado atrás, con una defensa con cuatro y a veces con cinco. Hace seis o siete jornadas estaban en una zona de peligro y ahora está con más confianza. Ha recuperado a hombres y han caído otros. Tenemos que tratarles de jugar rápido, entrarles por banda. Simplemente hacer lo que venimos haciendo hasta ahora: hacer nuestro fútbol, presionar. Nosotros estamos ahora con más confianza con la posesión del balón y hay que buscar concretar las jugadas porque al fin y al cabo es la guinda que se le pone al pastel”.

Quiso hacer hincapié una vez más en la fortaleza anímica del equipo y las ganas con las que está afrontando este final de liga.  “El equipo mentalmente está muy bien. El que vea los entrenamientos puede comprobarlo y eso es algo que se refleja luego en el campo. Hay partidos que nos salen bien y otros que no tanto pero la actitud, la ilusión y las ganas del futbolista es total.  Puede ser que en el partido no se esté acertado, pero nunca se baja los brazos”. Al Cádiz le ha faltado continuidad en algunos momentos y, sobre todo, acertar en partidos importantes como el de Huelva. El entrenador recordó este viernes ese encuentro. “A nosotros nos marcó quizás un poquito el partido del Recre y el del Levante. El Recre podíamos haberlo metido abajo, ganó y se fue mientras que nosotros, pudiendo haber ganado, nos quedamos ahí por perder. Hubiera sido un punto de inflexión porque los triunfos dan confianza y seguridad. Pero tenemos que contar también con la ingratitud del fútbol y creo que no nos está dando lo que estábamos haciendo. Esperemos que en estos partidos que quedan el fútbol nos devuelva lo que nos ha quitado”.

Su principal preocupación es la de poder ofrecerle a la afición cadista resultados, que es de lo que más deseosa está en estos momentos. “La afición está fenomenal como siempre. El otro día lloviendo y ahí estaba en la grada. Ellos nos apoyan incondicionalmente y no se les puede pedir más. Nosotros estamos respondiendo en el aspecto de actitud pero no le estamos dando