El capitán amarillo respeta al rival pero cree que éste es el partido donde se puede certificar la permanencia..

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El equipo que visita Carranza este sábado es el líder actual de la competición pero en frente estará un Cádiz que goza de muy buena salud desde unas jornadas atrás. Andrés Fleurquin explicó la importancia de este encuentro para ambos conjuntos. “Es un partido en el que los dos equipos nos jugamos muchísimo, uno por un objetivo y el otro por otro, pero la realidad es que en Carranza estamos siendo muy fuertes y a ellos les está costando un poco ganar fuera de casa.  Hay que intentar aprovechar este momento pero será un partido duro para los dos”.

Los puestos en la clasificación no significan nada a la hora de intentar adivinar un resultado final. La igualdad de la categoría imprime de incertidumbre cada duelo. “Todos sabemos cómo es la Segunda División y que perfectamente el primero puede perder contra el último. El que cometa menos errores será el que gane. Veremos los puntos débiles que tengan fuera de casa, intentar aprovecharlos y tener cuidado sobre todo de su medio campo hacia adelante porque tiene futbolistas muy buenos”.

Su primera premisa es la de salir imponiendo el ritmo de partido y hacer valer la condición de local, aunque avisa de la peligrosidad de los equipos vascos. “Nosotros vamos a llegar en nuestro mejor momento a este partido y ellos quizás algo peor fuera de casa. Pero hay que respetar a la Real Sociedad. Las rachas sirven pero luego puede pasar cualquier cosa en los partidos. No nos podemos dormir por los últimos resultados en Carranza. Tenemos que salir a muerte desde el minuto cero y meterlos en su campo. Es un equipo muy bien trabajado tácticamente, con muy buenos futbolistas y habrá que estar con cuatro ojos. Además es un equipo vasco y todos sabemos cómo son los equipos de allí a la hora de competir”.

Una victoria este sábado es para el uruguayo un paso casi definitivo para lograr la permanencia. “Si no ganamos tendríamos que mirar los otros resultados y podríamos complicarnos con los dos últimos partidos estando con el agua al cuello. Así que lo que tenemos es que salir a por los tres puntos y dejar casi sentenciada la permanencia”.

La comunión entre equipo y afición es ahora total. Los últimos resultados han conseguido que el equipo se sienta cómodo jugando en casa y su fortaleza aumenta con el aliento de sus seguidores. “Jugar en Carranza tiene una presión añadida lógica porque la gente quiere ver a su equipo jugar bien y ganar. Durante algunos momentos de la temporada se nos hizo muy complicado pero ahora las cosas han dado la vuelta y jugar en casa al equipo le da más seguridad”.