El cese de Raúl Agné en la tarde de ayer conllevaba el aterrizaje de Antonio Calderón y esto convertía la mañana de este miércoles en una de bienvenidas y despedidas. El técnico aragonés pasaba por el vestuario a primera hora y antes de que comenzara la sesión dirigida por el gaditano para despedir a los que hasta ahora han sido sus jugadores.
En silencio y sin querer hacer declaraciones, el de que Mequinenza abandonaba El Rosal en su coche poco después de las diez de la mañana. Posiblemente continúe en tierras gaditanas, donde reside junto a su familia, durante un tiempo.
El Cádiz comienza una nueva etapa sin él en el banquillo en busca de un objetivo que se ha complicado en las últimas jornadas.