
Su trayectoria y veteranía le debe dar ventaja a la hora de soportar una presión que en reiteradas temporadas ha atenazado a algún futbolista. Abel cree que hay jugadores que deben asumir ese rol dentro del vestuario y lo acepta de buen grado. "He recibido muchísimas muestras de apoyo y eso te llena de ilusión y de responsabilidad. A ver si somos capaces de devolverle esa ilusión a la afición en el terreno de juego y se llega a la categoría que se merece, que no es Segunda B. Hay futbolistas que tienen que ser jugadores importantes y van a tener más responsabilidad. Hay que estar preparados para eso y funcionando como un bloque y como equipo vamos a conseguir los objetivos".
Un reto para él importante el de poder devolver al Cádiz a Segunda División. “Cuando el Cádiz me llama y me dice que quiere contar conmigo es difícil decirle que no. No hay que mirar la categoría, sino el proyecto. El proyecto es ambicioso y a mí me gustan los retos importantes y el del Cádiz lo es".