Con la permanencia virtualmente asegurada en LaLiga Hypermotion tras la última victoria ante el Granada, el Cádiz CF debe empezar a mirar ya hacia la temporada 2025/26. El club gaditano dispondrá de aproximadamente cuatro meses para confeccionar su nuevo proyecto en Segunda División, contando además con un importante respaldo económico: la segunda mitad de la ayuda por el descenso, unos 7 millones de euros, que debe permitir reforzar el equipo de manera ambiciosa.
Situación contractual de la actual plantilla
El Cádiz CF tiene un buen número de jugadores de su plantilla con contrato en vigor, por lo que en caso de considerar necesitar una buena reestructuración y querer aligerar de manera importante tendrá que buscar acuerdos, lo cual no siempre es fácil. David Gil (hasta 2027) ha afianzado su titularidad en portería, con Caro como suplente (contrato hasta 2026). En defensa, Víctor Chust (2028) y Kovacevic —que está cedido por el Partizan de Belgrado— apunta a convertirse en propiedad cadista: el club tiene intención de ejecutar la opción de compra cercana al 1,5 millones de euros, según apuntó en su día Radio Cádiz.
La línea defensiva presenta otras certezas en forma de vinculación: Luis Hernández (2026), Fali (2028) e Iker Recio (2028) tienen contrato en vigor, mientras que Matos (2025) y el prometedor Mario Climent (2028) seguirán ligados al club. No obstante, el lateral derecho presenta incertidumbres: Zaldua finaliza contrato en junio y Iza (2025) está pendiente de una posible renovación hasta 2027.
En el medio del campo, Fede San Emeterio (2026) y Rubén Alcaraz (2026) seguirán salvo que por alguna de las partes se considere lo contrario, mientras Moussa Diakité, atado hasta 2029, es una de las grandes apuestas de futuro. Álex Fernández acaba contrato y su continuidad está en el aire; el capitán ha declarado que decidirá su futuro cuando se logre la salvación matemática. En situaciones similares están Escalante (2026), Brian Ocampo (2026), y Kouamé, cedido en la MLS hasta finales de 2025.
La delantera también tiene nombres con contratos asegurados: Ontiveros (2028), la gran estrella del curso, no se descarta alguna oferta por él visto su rendimiento esta campaña. Chris Ramos (2028) y Sobrino (2026) también tienen contrato en vigor, al igual que Roger Martí (2026). Iván Alejo, aunque cedido en Chipre, el Cádiz ya confirmó que no volvería a la entidad amarilla. Otros casos son los de Melendo (2026) y De la Rosa (2027). El primero de ellos tras superar problemas físicos desde su llegada ha tenido más constancia en las últimas jornadas. El onubense fue una apuesta personal de la dirección deportiva del Cádiz, sobre todo con la llegada de Garitano, pero lo cierto es que poco a poco ha vuelto a perder protagonismo. Mención especial merece Brian Ocampo (2026), sin duda alguna una de las grandes decepciones de la temporada y sobre el que el club debe tomar una decisión. Pocos visos de continuar tiene también Paco Mwepu (2026), una pieza de la delantera que ha tenido una presencia testimonial y que ha quedado muy lejos de ser la apuesta que se hizo sobre él.
Posibles refuerzos y operaciones de futuro
En cuanto a llegadas, ya hay movimientos claros. Suso Fernández, extremo gaditano del Sevilla FC, está muy cerca de ser el primer refuerzo. Llegaría libre, firmando por tres o cuatro temporadas, salvo una oferta importante del extranjero, según Radio Cádiz.
Desde el mercado de jóvenes promesas en Primera RFEF, el Cádiz ha sondeado a Darío Benavides (lateral derecho del Sevilla Atlético), Álvaro García Pascual (delantero del mismo equipo) y David García (centrocampista del Atlético Sanluqueño). Los tres jugadores terminan contrato en junio y han sido colocados como interés del Cádiz desde diversos medios.
Además, se contempla la subida de Víctor Aznar, actual portero del Cádiz Mirandilla, al primer equipo para completar la nómina de guardametas, según información de Ángel García (cazurreando.com)
Recuperar parte de la ilusión perdida
Todavía es una incógnita la hoja de ruta del Cádiz CF, la cual debe ir aclarándose conforme se produzcan decisiones y movimientos. Con Gaizka Garitano al frente del proyecto, la dirección deportiva debe trabajar con la ventaja de poder planificar con antelación, con cierta solvencia económica y con una base sólida sobre la que construir un Cádiz CF competitivo para la próxima temporada en Segunda División, además de la obligación de que el proyecto sea atractivo para el aficionado que ha perdido en buena parte la ilusión.