Al Cádiz le sonrió este domingo la fortuna y el acierto de su guardameta. La UD Melilla evidenció, y de qué manera, la falta de contundencia de la defensa cadista con innumerables acciones de peligro que tan solo el buen hacer de Alberto Cifuentes y la poca puntería de sus delanteros evitaron que el Cádiz se viniera con los tres puntos del Álvarez Claro.

Se desconoce si ha podido pasar factura el partido de Copa ante el CD Laredo, pero lo cierto es que la imagen defensiva del Cádiz en el partido de hoy dista mucho de ser la deseada por un equipo llamado a estar arriba.

Continuos resbalones

Tampoco parece que hubo acierto a la hora de elegir el calzado y sus tacos por parte del Cádiz. No ha sido extraño ver durante el encuentro a jugadores que eran incapaces de mantener la verticalidad, algo que resulta potencialmente peligroso cuando se trata de jugadas cercanas a tu propia área. Un resbalón de Mantecón en la primera jugada del partido acabó en un balón al palo de su rival y otro de Josete en la segunda parte con una acción que salvó el meta manchego del Cádiz.