En el contexto del partido, el punto logrado por el Cádiz puede considerarse hasta positivo, si bien no lo es así a efectos clasificatorios. Estaba transcurriendo de manera favorable esta Jornada 34 viendo los resultados que se habían dado el sábado y el domingo, que dejaban a los amarillos la posibilidad de escalar varios puestos en la tabla en caso de vencer al Zaragoza. La premisa más importante y que no se cumplió.

Lo cierto es que el empate que se dio en Carranza no fue más que la tónica de la categoría, en un fin de semana en el que de los de arriba solo Granada y Albacete lograron ganar. Curiosamente ambos manteniendo la portería a cero, el anhelo de Cervera en estos momentos. Sin ir más lejos el propio líder navarro también vio cómo el Lugo le endosaba un 2-0 y les tocó sufrir de lo lindo para igualar el marcador en el último suspiro. Tampoco Málaga y Depor sumaron, provocando incluso en el conjunto gallego la destitución de su entrenador tras caer por 0-2 en casa ante el Rayo Majadahonda.

Ha sido el Mallorca, como hizo el Cádiz la pasada semana, el único que ha aprovechado esos tres puntos sumados sin jugar ante el Reus. Adelanta a los cadistas en la tabla y además pone tierra de por medio con el Oviedo, que también empataba en casa ante la UD Las Palmas.

Nadie puede esconder que en Segunda División, y más aún en este último tramo, el punto se cotiza muy caro. Eso no puede evitar, sin embargo, que haya que destacar un partido más las carencias que el Cádiz está teniendo en defensa y que le están convirtiendo en un equipo totalmente diferente al sólido y ordenado al que nos tenían acostumbrado.