No ha sido una temporada en la que las lesiones hayan respetado a Jon Ander Garrido, que comenzó el curso arrastrando molestias de una grave lesión en el tramo final de la anterior campaña. El hombre ancla de Álvaro Cervera parece llegar en buenas condiciones a las últimas jornadas y, en sus dos apariciones tras su recuperación, el equipo ha ganado dos partidos y solo ha recibido un gol con él en el campo.
Sin quitar méritos al trabajo de otros jugadores que han hecho el trabajo del vasco, la importancia de Garrido en el campo es obvia. Su mapa de color ante el Numancia es un ejemplo y demostración. Además de ayudar en el centro del campo, Jon Ander se mueve hacia los costados para ayudar a los extremos y laterales. El viernes, especialmente, apoyó al carril de Matos. Sobre todo en la segunda parte, cuando Machís partía desde esta zona.
El encargado de mantener el equilibrio en el equipo amarillo con sus apoyos a los compañeros, haciendo complicado que el centro del campo contrario pueda crear juego fácilmente y no dudando en batirse en duelo cuando le proponen el uno contra uno. Además, desde el ascenso, Garrido ha ido mejorando también en tareas de posesión. Cuando está en el campo hace mejores a sus compañeros.
En definitiva, es a día de hoy un hombre imprescindible para Álvaro Cervera, algo que nunca ha ocultado cuando ha sido preguntado por él en rueda de prensa y, la mejor noticia a estas alturas de temporada, es su recuperación. Será clave en la lucha por acabar el curso en los puestos más altos de la tabla. Edu Ramos, Álex Fernández, José Mari y Garrido, en plena forma, forman uno de los mejores centros del campo de LaLiga 1|2|3.