Hace justamente cinco años, el Cádiz sufría un fracaso que dejó una gran herida pero que, a su vez, supuso el inicio de un proyecto. El equipo que entonces dirigía Antonio Calderón, tras hacer un prácticamente perfecto final de temporada, conseguía clasificarse para la fase de ascenso a Segunda División. Una temporada convulsa, en la que se rozó la desaparición, que se cerró de la manera más dolorosa.

Para poner en situación, hay que destacar que esta temporada 2013/2014 es la que sigue al casi descenso a Tercera que se esquivó en la penúltima jornada en El Palmar ante el Atlético Sanluqueño. Tras ese año, la dirección deportiva que encabezaba Alessandro Gaucci confeccionó una plantilla de mayor nivel, apostando todo al ascenso. En invierno, la llegada de Locos por el Balón salvó la situación y, en el mercado invernal, se dotó al equipo de mejores prestaciones para entrar en playoff.

El equipo cadista lo consiguió. Entró en playoff en la última jornada como cuarto clasificado. Y lo hizo en Cáceres ante cientos de aficionados que se desplazaron hasta este estadio. El sorteo deparó un Cádiz - L'Hospitalet. La ida fue en Carranza. Un partido soso por parte de ambos equipos que se saldó con empate a cero, dejándolo todo para la vuelta. Allí, en la Feixa Llarga, los amarillos se adelantaron con gol de Juan Villar en el 77, pero Moyano y Pirulo marcaron en el 86 y 92 para eliminar al Cádiz de una cruel manera.

Han pasado cinco años desde aquella fatídica mañana del 25 de mayo de 2014. Desde entonces, el proyecto se sobrepuso en aquel verano, terminando la temporada en primera posición pero sin poder ascender. La insistencia venció en la 2015/2016 y, ahora, el Cádiz afronta una visita a Los Cármenes en la que se juega entrar en la fase de ascenso a Primera. Cinco años del principio de un proyecto que nació de un fracaso.