Fue la principal novedad del once de Cervera en el Sánchez Pizjuán. El canterano Marc Baró ocupaba el lateral zurdo sustituyendo a Jairo que lo hizo ante el levante ante la también ausencia de Espino en cuarentena por positivo en Covid-19.

Al futbolista mallorquín de 21 años le tocó convivir en espacio con Suso, al que ganó algún que otro duelo en los primeros compases. Sin apenas subir la banda y mantenerse en su demarcación para intentar frenar el peligro sevillista por ese costado, no pudo hacer nada ante el movimiento del gaditano que sacó un latigazo desde la frontal del área que acabó siendo el primer tanto del conjunto hispalense. En el segundo tiempo no tuvo fortuna en un despeje en el área que tampoco Alcalá fue capaz de cazar y que significaría el tercer tanto de En Nesyri y del Sevilla. Con el equipo ya más suelto y tirado hacia arriba en busca de recortar distancias, se atrevió con una galopada que acabó él mismo con disparo que Bono tuvo que mandar a córner.

No fue el debut suñado ni mucho menos pero incluso se puede decir que estuvo entre los más destacado de un mal partido a nivel global del equipo cadista.