El meta cadista habló para LaLiga Internacional sobre su etapa en el Cádiz y sus inicios en el fútbol. Conan Ledesma comentaba que “de chiquito me gustó siempre el arco y no tenía miedo. Jugaba con mi hermano que es unos seis o siete años más grande que yo. Me di cuenta que no le tenía miedo a la pelota y me decidí por el arco aparte porque con los pies no me daba para más. El arquero nace para ser arquero”.

Los primeros días de estancia en el conjunto amarillo no fueron fáciles. “El tercer día que llego me dicen que tengo COVID y fue muy duro para mí porque vine a otro país y tuve que pasar 17 días encerrados en la habitación de un hotel solo. Tuve todas las comodidades, pero aún así estaba lejos de mi familia. Se hizo un poco difícil”.

Destacó, sobre todo, la unidad que existe en el equipo y el grupo humano que conforma la plantilla cadista. “Es un vestuario muy unido, muy jodón, con muchas risas y mucho compañerismo, pero a la hora de trabajar se trabaja. Hay que saber cuando hay que diferenciar cuando se puede bromear y cuando hay que trabajar”.

Tiene claro que “el objetivo es sostener la categoría y de ahí lo que venga para arriba va a ser para alegría de todo el club”.