Jose Mari está de regreso y quiere estar también cuanto antes sobre el césped para disfrutar de minutos. El roteño, que pasó por rueda de prensa este jueves tras la sesión de entrenamiento, explicó cómo ha sido todo este tiempo sin jugar. “Cuando uno está fuera sin poder ayudar al equipo lo pasa mal. Es impotencia por no poder jugar. Esta es una racha que podía pasar, en la que nos hemos enfrentado a equipos con un nivel excepcional. Ahora solo queda juntarnos, usar nuestras armas y competir. Yo, personalmente, ir metiéndome en la dinámica e ir ayudando al equipo en lo que pueda”.

Admite que el equipo hace autocrítica después de esta mala racha por la que está pasando. “La hacemos toda. Todos nos miramos hacia adentro y los aspectos que podemos mejorar. Hemos encajado muchos goles, algo que nunca ha pasado en el Cádiz desde que estamos aquí. Hay que volver a nuestro camino, a nuestras señas de identidad. Apretar todos, yo el primero, y todo irá como antes”.

También habló de lo que le ha afectado en el aspecto psicológico estas dos lesiones, que le han traído momentos duros. “Si te digo que no, estaría mintiendo. He pasado momentos complicados emocionalmente hablando porque encadenar dos lesiones distintas (una en la rodilla y otra en el cuádriceps) nunca me había pasado. Me sentía entonces bien, en mi mejor momento, y esto me lo cortó de raíz. En esos momentos te juntas a los tuyos y aprietas los dientes. Me he levantado de cosas peores, siempre he luchado y no voy a dejar de hacerlo nunca”.

Queda saber cómo es su estado actual de forma. “Estoy a disposición del míster. Es verdad que llevo 3 meses sin competir y el míster será el encargado de ir viendo lo que tiene que hacer. Entreno al nivel del equipo, estoy con más seguridad y me encuentro más cómodo. Poco a poco van desapareciendo todos esos fantasmas”.

Recordaba el momento de esa segunda lesión, en Copa del Rey en Pontevedra. “No me lo creía porque fue una lesión que vino sin avisar. No estaba cargado, al revés, me encontraba muy bien. Cuando eso pasa te afecta emocionalmente. Pero ya es algo pasado y a sumar, que es lo que necesitamos. Cuantos más seamos más fácil será salir de esta situación”.

Otro de los aspectos que el equipo debe cuidar es el anímico después de algún golpe recibido en forma de gol. “Cuando las dinámicas son negativas, cualquier gol afecta mucho y en lo anímico das ese pequeño bajón que se nota en el campo. Soy optimista porque lo hemos hecho, hemos sido une quipo fuerte, disciplinado, unido, que iba a todos a una... y estoy completamente convencido de que vamos a volver a serlo. El equipo trabaja y cada uno quiere tocar ese tecla para ser lo que éramos. Con unión y trabajo lo vamos a lograr seguro”.

De lo que el equipo debe arreglar para volver a ser el de siempre “algo inequívoco es la cantidad de goles que recibimos ahora en contra. Los números están ahí y tenemos que ponerle freno. Nosotros no somos de hacer muchos goles y tenemos que estar obsesionados por estar fuertes atrás para correr a la contra y hacer daño. Eso nos ha dado resultados, nos ha sacado de momentos difíciles y este no va ser menos. Simplificar, ser fuertes y agresivos y volver a ser los mismos”.

El próximo domingo, ante el FC Barcelona “el objetivo es la portería a cero, pero como cualquier otro partido. Podemos competir contra cualquier equipo. No damos por perdido cualquier partido por muy difícil que sea el oponente. Iremos con nuestras armas y vamos a intentar que las malas sensaciones vayan mejorando. Es un partido difícil, pero tenemos mucho que ganar y poco que perder. Vivimos de sentirnos cerca de volver a puntuar eso es lo que tenemos que volver a retomar”.

Se le pregutnaba si el hecho de que los puestos de descenso ahora más cerca influye en el aspecto mental. “Todo el que supiese lo que es el Cádiz, sabía que en un largo plazo todo se iba a igualar. El problema es más por las sensaciones que tenemos, de estar muy alejados de ganar en los últimos partidos. Más que no ganar los partidos. En circunstancias normales es competir y si puedes rascar un punto... hay que ser realistas. Pero estas sensaciones, por la manera que hemos perdido, son peores. Repito que todos hemos visto lo que tenemos que mejorar y tenemos que retomar eso”.

El conjunto culé llega después de un duro palo en Champions frente al PSG. “No sé por dónde se lo tomarán. Son uno de los mejores equipos del mundo, juegan contra el Cádiz y querrán tener buenas sensaciones. No me importa cómo les afecte porque tenemos que mirarnos a nosotros. Si nosotros estamos bien le competimos al mejor equipo del mundo porque somos muy solidarios y meternos mano es muy difícil. Cómo vengan ellos no podemos controlarlo y no nos tiene que quitar nada de tiempo”.