El que fuera director deportivo de la última temporada en Segunda División, Óscar Arias, ha pasado por los micrófonos de Radio Cádiz en la Cadena SER. Ha roto un silencio de hace un año para, según sus palabras, porque “estoy cansado de que se aluda a mi a las cosas malas que han sucedido en el Cádiz CF. Lo que más me ha dolido es que desde determinados ámbitos han querido humillarme profesionalmente, como si fuera un mindundi, cuando llevo muchos años en el fútbol. Debía de haber hablado más y de haber puesto las cosas más en claro porque hay muchas mentiras que han tomado forma de verdad”. Entiende que quizás “debía de haber hablado más y de haber puesto las cosas más en claro porque hay muchas mentiras que han tomado forma de verdad”.
Añadía que una de esos momentos llegó cuando se firmó a Sergio Sánchez. “Hay un medio que intentó desacreditar su fichaje, que fue un jugador que vino libre. Ya ese día percibí que la situación iba a ser complicada. Algún medio me ha llamado maleducado sin conocerme”.
Explicó ese momento en el que decidió no continuar al frente de la dirección deportiva. “Ya he dicho que el recibimiento en el Cádiz no fue como esperaba. Entre ellos la del técnico porque yo venía de la mano de Vizcaíno y en ese momento su relación con el presidente no pasaba por el mejor momento. La relación comenzó torcida. Álvaro Cervera no es fácil y en ese paso se van dando situaciones, la gente en el club estaba al corriente de situaciones y finalmente no pudo ser. Yo decido no continuar al final de la temporada”.
Llegó esa rueda de prensa del mercado invernal, a la que no acude él sino Manuel Vizcaíno. “Yo a Manolo lo considero un buen presidente y creo que va a hacer cosas grandes con el Cádiz CF. En esa rueda de prensa tenía él la decisión tomada y yo lo asumo como presidente que es. Quizás para evitarme un ambiente que no iba a ser fácil”.
No calló nada a la hora de explicar su versión con respecto a su relación con Cervera, que fue por lo que decidió marcharse. “Mi decisión por marcharme es única y exclusivamente por mi relación con el técnico”. Explicó también que tras una comparecencia en el Ateneo explicaba que la normativa en ese momento permitía a Cervera firmar por otro equipo al no haber renovado aún, que “Álvaro Cervera decide utilizar esas frases descontextualizadas y luego en rueda de prensa dice que va a esperar al Cádiz CF, se victimiza, me señala a mí y va filtrando que tanto yo como el presidente no comulgan con su filosofía de juego. Yo iba al Rosal y él ni me miraba. Es imposible hablar con alguien que estaba dando tiros con cuestiones que no eran verdad. Él estaba cumplidamente informado de todo lo que se hacía en el club porque aunque yo no fuese a informarle, iba Enrique a informarle. Él va diciendo cosas con la intención de hacerme daño. Hay actitudes y comportamiento que no podía consentir y por eso he callado y por eso he decidido no continuar, aunque el presidente me dijo que fuera antes”.
Siguió añadiendo ejemplos de esas situaciones vividas en el club. “Cuando fui a despedirme al gimnasio, el entrenador ni me miró, como es habitual en él y el resto estaba allí, y les explico la situación y les deseo suerte. Nadie habló porque no pueden. Cuidado si alguien mostraba algo de afecto hacia mí. Me fui de allí triste. Aquel día, cuando el equipo sale al césped, el técnico reúne al grupo y dice que como han visto ha habido cambios en el club que 'una vez más el bien ha vencido al mal'; el otro día hace una entrevista y otra vez ha dicho que aquí ha habido malas personas. ¿Yo qué le he hecho? Yo llegaba el primero antes que él, porque llegaba justito, y me iba el último”. Finalizaba resumiendo con que “era un clima insostenible y en todo eso me he sentido totalmente solo”.
Entiende el nombramiento de Enrique y Jorge Cordero como hombres fuertes de la parcela deportiva. “Es la mejor opción para el Cádiz CF. Cualquier persona extraña podía generar una situación extraña. Si el club ha querido darle poderes al técnico, lo más normal es poner gente de su confianza”.