El partido ante el Betis traía para el Cádiz la mala noticia de la quinta amarilla de ciclo para Rubén Alcaraz que dejaba al centrocampista sin la posibilidad de jugar en el Camp Nou este lunes ante el FC Barcelona. Una ausencia que obligará a Sergio González a cambiar algo que es inamovible desde su llegada: la presencia en el equipo del jugador barcelonés. Desde que llegó al conjunto amarillo, Alcaraz ha sido pieza indispensable para el técnico con diez participaciones y las últimas nueve como titular. Las alternativas de las que dispone el entrenador son varias y habrá que ver cuál es la elegida.

La más lógica podría ser la inclusión en el once de Jose Mari. El roteño, que ha demostrado estar totalmente recuperado de su lesión, dota esa dosis de equilibrio en el juego que tanto busca Sergio. El handicap estaría en la cantidad de minutos que estaría preparado para soportar.

Otra opción, tratándose del rival que tendrá enfrente, es la de colocar a Fali en dicha posición. Todo apunta que el papel del Cádiz será el de intentar robar para hacer transiciones rápidas ante un equipo que va a querer el esférico. El valenciano no está contando debido al gran rendimiento en el centro de la zaga tanto de Chust como de Luis Hernández, por lo que esa posición de mediocentro en la que también se desenvuelve podría ser una oportunidad para regresar a la titularidad.

Otras más lejanas, pero no por ello descartables, son las de Tomás Alarcón, Álex Fernández o Jonsson. El chileno está casi descartado para salir de inicio porque han sido varias semanas las que ha estado sin entrenar debido a una lesión. En caso de llegar y entrar en la convocatoria, el banquillo será su destino en tierras catalanas. El madrileño no acaba de reencontrarse con su mejor nivel, aunque tiene la confianza del entrenador solo le está dando pocos minutos en algunos partidos. El caso del danés es distinto y prácticamente ha desaparecido de los planes de Sergio.