La afición cadista nada más consumarse la permanencia de su equipo en Vitoria corrió a celebrar donde sabe hacerlo como nadie: en la fuente de Puerta Tierra. La muralla que delimita el centro histórico de la ciudad fue testigo de la alegría y el gozo de muchos cadistas que esta temporada han sufrido de lo lindo pero que han encontrado en la útlima jornada la felicidad máxima.