El técnico cadista hacía una valoración de la derrota en El Sadar, y achacó en buena parte a al primer penalti y, sobre todo, la expulsión en la segunda parte que restó opciones de haber buscado un resultado más positivo. “Es un partido que nos esperábamos. En la primera parte estaba más controlado, aunque ellos más en nuestro campo porque los inicios de Osasuna son muy fuertes. Poco a poco nos hemos ido metiendo pero ese penalti nos hizo mucho daño. Luego hemos tenido alguna opción”.
Añadió que “en la segunda parte estuvo más equilibrado con opciones nuestras como la de Lucas Pérez y la pared del Choco que quizás se pudo haber jugado de otra manera. Osasuna estaba haciendo qué hacía, si atacar o no, y llega la expulsión. La expulsión de un futbolista que no puede hacer eso llegando tarde. Y el partido ya se ha acabado. El segundo penalti nos deja dudas, pero pita penalti. En el primero me genera dudas porque Budimir había ya chutado la pelota y llega más tarde nuestro portero, que es verdad que no toca balón. Son decisiones y no queda otra que aceptarla. No queda otra que trabajar. A trabajar y entrenar que el próximo fin de semana nos visita el Athletic”.

Una expulsión que reconoce que ha marcado más porque llegó poco después de haer los cambios. “Hemos buscado el arrebato para ver qué pasaba con esos tres cambios, pero nos estábamos situando para intentar cambiar el guión del partido, llegó la expulsión. Son fallos que no podemos cometer y ya el equipo no se ha sentido cómodo y ha llegado el segundo penalti”.
Finalizaba expresando que “ha habido fases en las que el equipo ha podido hacer gol y si alguno hubiera entrado no sé qué hubiera pasado”.