La ausencia para lo que resta de temporada de Brian Ocampo es, sin duda alguna, un palo gordo para un Cádiz que durante las últimas semanas estaba viendo cómo su enfermería prácticamente se había vaciado por completo. Una baja que para Sergio González es la de uno de los jugadores más en forma del plantel y también la de uno con unas características diferenciales de desborde y disparo en las que basaba buena parte de su juego.Sin embargo, el conjunto amarillo tras el mercado de invierno se ha visto reforzado en número y en alternativas, por lo que la lesión del uruguayo tiene otras opciones con las que solucionar su falta.
El propio Sergio ya ante el Rayo Vallecano sabía que no podía contar con él y, aunque no dio entonces pistas, habló de las opciones que tenía. Aunque finalmente en los dos últimos encuentros el técnico ha sabido encontrar esa pieza con la que sustituir al extremo charrúa, y en ellos se han sumado 4 de los 6 puntos en juego, usando a Rubén Sobrino en un costado. No tiene por qué ser esa la única, porque dependiendo también de lo que pida cada partido con respecto al rival o al propio Cádiz, existen otras como la de Chris Ramos, cambiar de banda al zurdo Bongonda, la entrada de Iván Alejo… o incluso usar a Arzamendia como extremo.
Dentro de la gravedad de la lesión e insistiendo en la importancia y calidad indudable de Brian Ocampo, es cierto que este contratiempo llega cuando el equipo está en una mejor versión anímica y de juego, así como potenciado con refuerzos del pasado mercado.