El partido de este viernes en Benalup era una cita especial para un jugador, a pesar de ser un simple amistoso preparatorio. Joseba Zaldua volvía a vestirse de corto para disputar un encuentro nada menos que 268 días después de caer gravemente lesionado de su rodilla.

El donostiarra sufrió la pasada campaña el calvario que conlleva ese tipo de contratiempo y, aunque ya desde el último tercio del curso 22/23 entrenaba al mismo ritmo que el grupo, hoy daba el paso definitivo para dejar atrás esa pesadilla.

Ante el Barbate fue titular y jugó toda la primera mitad y mostró su buen estado de forma en el lateral diestro, abarcando una buena parte de su carril como en él es habitual y lanzando centros al área desde la línea de fondo.