Una de las dudas que podía haber sobre el once que presentara Sergio González ante el Deportivo Alavés era quien acompañaría a Rubén Alcaraz. No estaba claro si Escalante estaría en una condición física suficiente para arrancar de inicio y, ante esa posibilidad lógicamente aparecía la figura de Fede San Emeterio, que finalmente fue el elegido a pesar de la numerosa competencia que existe en esa parcela.
Una decisión a todas luces acertada a tenor de lo que ofreció sobre el césped. Su actuación fue fundamental para la victoria cadista no solo por ser el autor del único gol de su equipo (su primero en 95 encuentros en la máxima categoría), sino también por todo lo que aportó en el juego.
En los 70 minutos que estuvo sobre el tapete del Nuevo Mirandilla fue el que mejor porcentaje de pases completados tuvo, con un 81,1% (30 de 37). Estuvo también entre los más participativos con el balón, con 43 contactos con el cuero, y en labores defensivas realizó un robo en dos intentos además de cortar la trayectoria de un pase rival.
A buen seguro que su aportación podría haber sido mayor, pero como suele pasar en estos partidos tan intensos al comienzo de la competición, pagó el esfuerzo realizado y tuvo que ser sustituido a falta de veinte minutos para el final.