Una jugada en los últimos minutos de la primera parte tuvo al colegiado del partido Muñiz Ruiz como protagonista y la misma derivó en un tremendo enfado por parte cadista. Una rápida contra del conjunto amarillo tuvo un control con el hombro de Roger Martí con el que habilitaba Chris Ramos en carrera desde el centro del campo sin que tuviera ya oposición hasta Ter Stegen debido a que la defensa azulgrana se encontraba en campo rival.

El colegiado gallego señaló mano del delantero cadista, la cual obviamente era inexistente. Las protestas por parte cadista se hicieron notar, no entendiendo por qué como mínimo no se había dejado continuar la jugada para ser revisada posteriormente si hubiera sido necesario.

Todo fue en vano pues la falta fue cobrado y lo que hubiera sido una jugada de verdadero peligro quedaba desactivada por esa decisión.