La sala de prensa del Nuevo Mirandilla ha sido escenario este jueves del acto de despedida como futbolista profesional de Juan Cala. El central lebrijano a sus 33 años dice así de manera oficial adiós al fútbol en activo y lo hizo en el club en el que acabó su carrera tras militar cinco temporadas, una en Segunda División y tres en Primera, la cual vistió en 75 partidos oficiales.
En dicho acto estuvo acompañado por el presidente de la entidad Manuel Vizcaíno, quien explicó sin poder contener al final las lágrimas, que “Juan Cala una de las personas que en mi proyecto personal más labores importantes ha hecho. Es amigo personal. Cuando me senté con él y con su padre para explicarle nuestro proyecto en Segunda y que se viniera con nosotros, llegamos a un acuerdo rápido. Él ganaba mucho dinero y yo le dije que no tenía problema y que se lo pagaría en cinco años. Él aceptó. Ahora suena a broma pero dio un paso importante por dos motivos: demostrar la amistad de muchos años y porque creyó en mí. Recuerdo goles importantes como los marcados al Racing, al Numancia, frente al Valencia… También cómo se acabó de jugar la rodilla cuando le insistíamos que retrasara su operación hasta que el equipo no se salvara. Ahora estamos aquí para despedirlo y a darle un abrazo entre todos”.
El jugador, también visiblemente emocionado, tomaba la palabra para decir que “hoy ha llegado el final mi carrera. Ha llegado el final del sueño que empecé de chico. Quería agradecer las palabras de mi amigo Manuel, el presidente del Cádiz. Recuerdo esa reunión y lo dije aquí cuando me presenté, que había decidido venir porque había un proyecto con unas personas que sabía que iban a cumplir el objetivo y venía a cumplir mi granito de arena. Eso se ha cumplido con creces y me alegro enormemente que esta familia y estos gestores tengan al Cádiz donde está”.
También quiso agradecer “a mis padres por estar desde chico apoyando el trabajo que no se vé. Cuando llegamos a profesional hay muchas personas que te ayudan pero cuando estás en cantera, todos esos trayectos de Lebrija a Sevilla, llevándome a deshoras, llegando de madrugada, con horas de sueño. Seguramente dudaron de qué hacían con el niño, si seguimos adelante o no. Por eso debo agradecerles que me ayudaran a cumplir mi sueño. Espero haber estado a la altura de lo que ellos se merecen. También agradezco a mi hermana, que ha aceptado que sus padres gastaran más tiempo conmigo por el futbol, incluso en detrimento de ella. Siempre ha estado con una buena cara y ha estado con su apoyo. También a mi abuelo, que me llevaba de pequeño a muchos entrenos, a toda mi familia. Sobre todo a Maria Jesús, que llegó a darme otra visión, a ayudarme en momentos complicados de esta última fase… y a mis hijos por darme el empuje que necesitaba. También a todos los entrenadores, jugadores, equipos. Siempre he intentado ser una persona honrada, trabajadora, más allá del nivel deportivo. Que tuvieran de mí una visión de alguien que se lo dejaba todo en el campo”.
Palabras especiales también a equipos como “el Sevilla, equipo donde me crié y he disfrutado de ese escudo, al Getafe porque es como una consagración de mi carrera y por último el Cádiz. El Cádiz llega en un momento de mi vida que era complicado personalmente. Este club me cambió la perspectiva, me da felicidad cada día. Tengo que agradecer el apoyo que he sentido aquí”.
Reconocía también con tristeza que lo único que le ha faltado en el Cádiz ha sido “retirarme en el campo y no tras una lesión. Por el resto no me ha faltado nada. Cuando llegamos teníamos el objetivo de estar en Primera y se ha conseguido. Pero seguro que lo del Cádiz no va a quedar aquí”.