El Cádiz caía en casa este sábado ante el Girona y con ello decía adiós a una magnífica racha como local, que venía durando desde la pasada campaña. Fue el 25 de abril cuando los cadistas perdieron por última vez en el Nuevo Mirandilla, con la derrota por 0-1 frente a Osasuna en la Jornada 31 de la 22/23.

Desde entonces, los de Sergio González permanecían imbatidos en su feudo y en su fortín vieron cómo se lograban victorias frente Valencia (2-1), Valladolid (2-0), Celta (1-0), Alavés (1-0) y Villarreal (3-1), mientras que se empató frente a UD Almería (1-1) y Rayo Vallecano (0-0).

El estadio cadista seguirá siendo, a pesar de lo ocurrido el pasado fin de semana, un escenario vital para lograr de nuevo el objetivo de la permanencia. Los amarillos deberán seguir haciéndose fuertes ante su afición. Los minutos finales frente a los catalanes, en un partido que se había complicado muchísimo desde el comienzo con la expulsión de Machis, fue buena muestra de ello porque el empuje tanto del equipo como desde la grada a punto estuvo incluso de hacer rescatar un punto en acciones peligrosas. Pero eso no ocurrirá hasta dentro de tres semanas cuando visite la Tacita de Plata el Sevilla FC, algo que ocurrirá después del siguiente compromiso en Mestalla ante el Valencia.